Si estuviste el sábado en Luján de Cuyo, todavía te deben estar temblando las piernas. La banda dio una cátedra de rock and roll antes de su tercer River Plate y dejó a Mendoza en llamas. Te contamos por qué fue mucho más que un simple show.
Si intentas explicar con palabras lo que pasó el sábado en el Multiespacio Cultural Luján de Cuyo, probablemente te quedes corto. Lo de Airbag no fue un concierto. Fue un ritual, una batalla, una comunión entre miles de almas y tres hermanos que entienden el rock and roll como pocos en este país.
En la previa a su histórico tercer sold out en el Estadio de River Plate, la gira «El Club de la Pelea» aterrizó en Mendoza y el impacto fue total. Aquí te dejamos 5 momentos inolvidables que demuestran por qué Airbag está en el mejor momento de su carrera.
- El KO del Primer Round: «Jinetes», «Anarquía» y un pogo que no dio respiro.
No hubo tiempo para calentar. La sirena sonó y el estallido de «Jinetes Cromados» fue la señal para que el suelo de Luján temblara por primera vez. Sin pausa, arremetieron con «Anarquía» y el clásico «Perdido». No era una bienvenida, era una declaración de guerra. En menos de 10 minutos, el lugar ya era un solo pogo, una marea de gente entregada a la potencia de una banda en estado de gracia. La Tregua que Puso la Piel de Gallina: Guido, un piano y miles de voces.
En medio de la furia, el silencio. Las luces bajaron, la distorsión se apagó y Guido Sardelli caminó hacia el piano. Las primeras notas de «Diez Días» fueron un momento hipnótico. El pogo frenético se transformó en un coro masivo y emotivo. Fue el instante mágico de la noche, donde la banda demostró que su poder no solo reside en la velocidad y el volumen, sino también en la capacidad de conectar desde la fibra más íntima. Si estuviste ahí, sabes que fue un momento de piel de gallina.Cuando Pato Hizo Hablar a la Guitarra (y a gritar a todo Mendoza).
Si las guitarras hablaran, la de Patricio Sardelli anoche gritó, lloró y escupió fuego. Cada solo fue una clase magistral, pero lo que pasó en temas como «Cuchillos» o «Huracán» fue de otro planeta. Pato no toca, Pato ataca el instrumento, lo domina y lo lleva a lugares impensados, confirmando por qué es considerado el mejor guitarrista de su generación. Verlo en vivo es una experiencia en sí misma.El Himno que Cantó un Estadio Entero: «Por Mil Noches».
Hay canciones que ya no le pertenecen a la banda, sino a la gente. Cuando sonó «Por Mil Noches», algo especial ocurrió. Ya no era Guido quien cantaba. Era Mendoza. Fue uno de esos momentos de comunión total, donde la letra se convierte en el rezo de miles de fanáticos que han hecho de esa canción una parte de su propia historia.El Estallido Final: La Batalla Definitiva.
Si pensabas que lo habías dejado todo, Airbag te pedía más. El tramo final con «Apocalipsis», la fiesta de «Colombiana» y el himno de guerra que es «Kalashnikov» fue el golpe de gracia. La banda entregó hasta la última gota de energía, y el público respondió de la misma manera, en una explosión de rock, sudor y euforia que culminó con «Solo Aquí».
Mendoza fue testigo. Airbag no está de gira, está en una cruzada. Y con noches como esta, demuestran que el trono del rock argentino tiene dueños claros. Ahora, que se prepare River.