La gira “10 Años de Historias” prometía ser un viaje al pasado, pero terminó siendo una celebración del presente más vivo que nunca. Si te lo perdiste o si querés revivirlo, acá te dejamos 5 postales imborrables de una noche que ya es histórica.
- Las Banderas y la Familia Unida
Mucho antes de que sonara el primer acorde, la fiesta ya estaba en las tribunas. Los «trapos» de cada rincón de Cuyo colgando de las barandas, padres mostrándole a sus hijos su primer pogo, el abrazo entre amigos que usan la música como punto de encuentro. Esa fue la verdadera postal de la noche y la prueba de que La Beriso es, ante todo, un fenómeno familiar. La Máquina del Tiempo Llamada «Historias»
Se celebraban 10 años de un disco que marcó a fuego a una generación, y se notó. Gritar “Traicionero” fue una catarsis necesaria, una liberación colectiva de todas las broncas guardadas. Cantar “No me olvides” con miles de celulares iluminando el estadio fue el momento de la piel de gallina. No fue nostalgia, fue revivir esas historias como si fuera la primera vez.El Mensaje que da Fuerzas: «Coraje»
Entre los clásicos, la banda demostró por qué su mensaje sigue vigente. Cuando Rolo Sartorio entonó las primeras frases de “Coraje”, el Arena Maipú se unió en un solo canto de aguante y resiliencia. Fue el abrazo en forma de canción que muchos necesitaban, una dosis de pura fuerza para encarar la semana.Rolo, el Capitán del Sentimiento
Sin poses de estrella de rock, Rolo se paró en el escenario como el líder de esta familia. Habló, se emocionó y cantó cada tema como si le fuera la vida en ello. Su conexión con la gente es total y absoluta. Cada mirada y cada palabra se sentían como una charla entre amigos, pero con 10.000 personas escuchando.La Catarsis del Pogo y el Rock and Roll
Por supuesto, fue una noche de rock. De ese que se siente en el pecho, que te hace saltar y te deja sin voz. El sonido potente de la banda, los solos de guitarra y la base rítmica demoledora convirtieron el campo en una caldera. Fue el ritual de siempre, la fiesta berisera en su máxima expresión.
La Beriso se fue, pero dejó una certeza: su música es la excusa perfecta para el encuentro. ¿La mejor noche de rock del año? Para la familia berisera, no hay ninguna duda.