El fútbol a veces es la excusa perfecta, y lo que se vivió en el Feliciano Gambarte este 19 de julio fue la prueba más clara. Después de más de 20 años de espera, Godoy Cruz regresó a su verdadero hogar y la gente lo convirtió en un carnaval inolvidable. El resultado, un empate 0-0 contra Sarmiento, quedará como una anécdota. La verdadera victoria se gritó en las tribunas.
Desde la previa, el aire era diferente. Banderas, fuegos artificiales, homenajes y miles de almas «tombinas» cantando con la emoción a flor de piel. Era el fin de una larga ausencia, el regreso al lugar donde se forjaron los sueños. El Malvinas Argentinas fue un buen anfitrión, pero el Gambarte es el corazón de Godoy Cruz, y este sábado latió con una fuerza descomunal.
¿Y el partido? Un 0-0 cerrado, casi de ajedrez.
Si bien la fiesta estaba en las gradas, en el campo de juego ambos equipos se anularon mutuamente.
- Un grito ahogado: Apenas comenzado el segundo tiempo, Mateo Mendoza la mandó a guardar, pero el festejo se cortó de raíz por un offside.
- Pudo ser para cualquiera: Martínez Dupuy tuvo una chance clarísima para el Tomba que se fue por las nubes, mientras que Sarmiento casi sorprende con un remate de Elián Giménez que rozó el palo.
Al final, no hubo goles, pero ¿a quién le importó realmente? Los jugadores se fueron aplaudidos y la gente se quedó cantando, celebrando algo mucho más grande que tres puntos: la recuperación de su identidad y su historia.
Este Godoy Cruz 0 – Sarmiento 0 no se recordará por las jugadas, sino por las lágrimas de alegría, por el reencuentro y por confirmar que, en el fútbol, el amor por los colores siempre será el resultado más importante.